El surgimiento de las criptodivisas ha traído una especie de desafío al sector financiero mundial, de hecho, algunos países como Estados Unidos ya han tomado medidas para regular su uso dentro de su economía. 

Hemos visto el crecimiento de esta industria en los últimos años, pero al igual que la mayoría de las cosas en Internet, carece de un sistema de regulación o reconocimiento oficial por parte de los gobiernos del mundo. 

Es habitual que los bancos centrales y otras instituciones financieras gubernamentales adviertan a sus ciudadanos de los riesgos que conlleva invertir en el mundo de las criptodivisas, especialmente por su alta volatilidad, así como por el hecho de que al tratarse de un sistema tan "anárquico", es probable que se utilicen con fines delictivos. 

Para asumir las criptodivisas como un medio financiero oficial, los gobiernos deben crear primero mecanismos contra el lavado de dinero y leyes de protección cibernética, ya que ha habido muchos problemas que tratar cuando se trata de criptodivisas, tales como:

-La evasión de impuestos. Es muy común, ya que las transacciones de criptomonedas se realizan normalmente de forma anónima y algunos individuos se aprovechan de este hecho. 

-Lavado de dinero y financiación de actividades delictivas. Como esta industria se mueve comúnmente en el anonimato, ninguna transacción en estas redes tiene una identidad de origen a la hora de buscar patrones de financiación sospechosos, lo que dificulta (o imposibilita) el seguimiento de este tipo de operaciones. 

-Valoración inestable de los criptoactivos. No existe ningún tipo de normativa, ley o mandato que dé cierta estabilidad a los tokens, lo que puede provocar el colapso total de algunos activos de un día para otro. 

Sin embargo, en Bahamas no se ha pasado por alto la existencia de las criptodivisas y han decidido trabajar en una legislación que las valide dentro de su jurisdicción. 

En 2017, el banco central del país mencionó que su legislación para el "sistema de servicios de pagos electrónicos nacionales" también es vinculante para las criptodivisas, como si fueran un tipo de activo digital. 

A principios de 2019, darían un paso crucial en el mundo de las criptodivisas al anunciar el "Proyecto Sand Dollar", que sería el nombre de su nuevo sistema de pagos en busca de la modernización. La idea era disminuir gradualmente las transacciones en efectivo y dar paso a un sistema digital, según el gobernador del banco central, John Rolle. 

A pesar de todos los retos que representan las criptomonedas, los funcionarios del gobierno también pueden ver por qué atraen la atención de la gente, dado que su naturaleza descentralizada, las menores tasas de transacción, la protección contra el fraude (intercambios consolidados), entre otros, ha hecho que los ciudadanos de varios países se interesen por esta industria. 

Activos digitales y bolsas registradas (DARE por sus siglas en inglés) 

En 2019, la legislación bahameña creó DARE para dar un pequeño paso hacia un sistema de regulación adecuado para las criptodivisas. Esta ley cubre algunos servicios, además de dejar claro que un activo digital es una representación de valor distribuida a través de una plataforma DLT sin ninguna limitación de tokens digitales. 

Al promulgar esta ley, los funcionarios de Bahamas trataron de incluir dentro de esta legislación todos los servicios que están relacionados con:

-Servicios de billetera

-Intercambios de tokens digitales

-Servicios de custodia de activos digitales

-Patrocinio de ofertas iniciales de tokens

-Toda actividad que la comisión pueda prescribir mediante normas

Esta legislación pretende regular las transacciones de criptodivisas que tienen lugar en el territorio de Bahamas, así como los servicios ofrecidos que implican a esta industria. 

El registro de todos los intercambios se incluiría en esta nueva ley, así como la cobertura de los intercambios que cubren las transacciones de fiat a crypto y de crypto a crypto, teniendo en cuenta los intercambios centralizados y descentralizados por igual.

La entrada del gobierno de Bahamas en el espacio de las criptomonedas implica la regulación de quién puede participar, cuánto capital mínimo debe tener un individuo para entrar y las sanciones que se aplicarían cuando un individuo o una empresa incumpla esta legislación. 

Además, se mencionan los puntos de la ley contra el lavado de dinero y las medidas para prevenir la financiación del terrorismo en cualquiera de sus formas, donde los individuos involucrados en esta industria deben adherirse a estos también, así como proteger y salvaguardar los datos de todos los clientes. 

La ley pretende ser lo más amplia posible para dejar el menor número de vacíos legales en los que algunos individuos puedan aprovecharse de las libertades que ofrecen las criptodivisas en términos de anonimato y otros aspectos. 

En general, un gobierno que promueve la regulación de una industria como esta busca proteger a los ciudadanos con aspectos como su capital o, más importante, su identidad u otros datos relevantes que pueden ser utilizados para otros fines por otros individuos de manera ilegal. 

El Banco Central de las Bahamas a través de sus últimas resoluciones ha buscado que los ciudadanos de este país puedan tener facilidades para depositar o retirar dinero de activos extranjeros sin mayores problemas, incluso el gobernador de esta entidad en 2019 dijo que era más fácil restablecer el sistema financiero de manera digital después de una catástrofe como un huracán. 

Además, un objetivo claro es la modernización del sistema financiero del país, y la flexibilización de los métodos de pago en diversos ámbitos, por lo que incluso crearon su propia moneda digital llamada "Sand Dollar", pero para ello, tuvieron que establecer algunas reglas con los intercambios. 

¿Por qué se creó una moneda digital en las Bahamas? 

En 2020, a pesar de todos los retos que se han generado en torno a las criptodivisas y los activos digitales, Bahamas fue el primer país en crear oficialmente su propia moneda digital, mientras que otros países aún lo están considerando. 

El "Sand Dollar" está autorizado en todo el territorio de Bahamas, dado que los bancos a veces tienen un alcance limitado para operar y, además, los negocios en este país no siempre aceptan tarjetas de crédito como método de pago, por lo que esta medida añade un poco de flexibilidad financiera a sus ciudadanos. 

El gobernador del Banco Central dijo que si bien hay algunos lugares en Bahamas con una economía relativamente avanzada, no todos los lugares tienen acceso a instituciones bancarias, por lo que era necesario crear un activo digital al que todos los ciudadanos pudieran tener igual acceso, facilitando así el flujo de dinero en el país. 

La modernización del país a medida que los ciudadanos se acostumbran a utilizar los monederos digitales es una forma de aumentar la operatividad económica dentro del país, especialmente en aquellos lugares rurales donde era difícil llegar. 

Lo cierto es que Bahamas dio un pequeño paso adelante en materia de legislación en el uso de criptodivisas, sus transacciones y en los activos digitales propios para dar un impulso a la economía del país. 

Puede que aún queden algunos detalles por abordar en el futuro, pero lo importante es que a medida que pasa el tiempo, esta industria va ganando influencia, pero también se vuelve más operativa a medida que los gobiernos buscan establecer algunas reglas. 

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