Hay países que al cabo de cierto tiempo se hacen mundialmente conocidos por uno o dos aspectos. Algunos son conocidos por su gastronomía y cultura, otros por su poderío militar y algunos por sus maravillas naturales; pero en esta ocasión nos interesa hablar de Nueva Zelanda, un país conocido por su facilidad para hacer negocios.

Estar entre los tres países con mayor libertad económica del mundo debe ser, sin duda, el tipo de atención que todo país desea tener, y Nueva Zelanda lo ha conseguido consecutivamente para convertirse en una de las jurisdicciones más deseadas del planeta para diversos perfiles de inversores internacionales.

Abrir un negocio en Nueva Zelanda es una experiencia tan sencilla y gratificante que a veces resulta difícil de creer. El proceso tiene tan poca fricción que se puede abrir una cuenta y cumplir el resto de los requisitos legales para operar en menos tiempo del que se tardaría incluso en nuestras jurisdicciones favoritas.

Nueva Zelanda ha mantenido durante años una política de libre mercado, al tiempo que ha modernizado su infraestructura bancaria y comercial hasta niveles estelares. Y por si fuera poco, el gobierno neozelandés no ha escatimado en crear incentivos económicos y fiscales para atraer a los inversores extranjeros.

Todo este cóctel se sirve en un país con altísimos niveles de transparencia gubernamental y una seguridad jurídica que hace que hasta los inversores más precavidos quieran emprender nuevas aventuras en tierra maorí.

¿Y lo mejor? Creemos que Nueva Zelanda sólo está empezando a explotar el potencial que tiene para los inversores extranjeros que buscan proteger y diversificar su patrimonio.

¿Por qué Nueva Zelanda? Cinco razones para emprender un negocio en suelo maorí

Si estar a la cabeza de la libertad económica del mundo no es suficiente para llamar su atención y hacerle pensar en abrir una empresa en Nueva Zelanda, quizás el resto de las razones que ofrece este país le hagan reconsiderar su decisión:

Puede abrir una empresa en un día

Si tiene un nombre claro para su empresa (que esté disponible, por supuesto) y tiene todos los requisitos en orden; con la ayuda adecuada puede registrar una empresa neozelandesa en 24 horas. 

Francamente, hay muy pocas jurisdicciones que puedan combinar una velocidad de incorporación tan notable con un sistema jurídico y un entorno económico tan bien establecidos.

Nueva Zelanda le ofrece la posibilidad de registrar una empresa en un tiempo récord y con las ventajas de operar en una jurisdicción con la mejor reputación posible.

No hay capital mínimo

Algunas estructuras jurídicas de Nueva Zelanda no exigen una inversión mínima de capital para registrar una empresa. Por ello, puede entrar en el ecosistema empresarial neozelandés sin compromisos importantes ni pérdidas de tiempo.

Peter Drucker dijo una vez que "todo beneficio se deriva del riesgo", pero Nueva Zelanda ha venido a desafiar esa noción popular en el mundo de los negocios, porque abre infinitas oportunidades asumiendo muy poco riesgo.

Altos niveles de transparencia en el gobierno

No hay nada que pueda amenazar tanto la inversión de un empresario internacional como las garras de un gobierno corrupto. El gobierno neozelandés lo sabe muy bien, y por eso ha decidido trabajar duro para asegurarse de alcanzar unos niveles de transparencia con los que otros países sólo pueden soñar.

En 2014, Nueva Zelanda era el segundo país del mundo en cuanto a transparencia gubernamental y bajos índices de corrupción, y desde entonces se ha mantenido en el podio de la misma manera que lo ha hecho con sus niveles de libertad económica.

Indicadores económicos envidiables

Nueva Zelanda es el ejemplo perfecto de lo que ocurre cuando los gobiernos mantienen sus narices fuera de la economía. Con el mercado moviéndose a su propio ritmo, los indicadores económicos de Nueva Zelanda son apreciables para cualquier empresario.

Estamos hablando de un PIB per cápita estimado en 41.945 dólares, una tasa de inflación inferior al 1,6%, una tasa de desempleo por debajo del 4,7% y un dólar neozelandés que es una de las 25 monedas más fuertes según Standard and Poor's.

Un futuro prometedor

Si el presente de Nueva Zelanda le llama la atención, espere a ver el futuro de esta impresionante jurisdicción.

Las autoridades monetarias neozelandesas han hecho sus proyecciones actualizadas y lo que muestran es prometedor. Incluso después de pasar por la pandemia de coronavirus, la economía neozelandesa está en vías de crecer entre un 2 y un 3% anual durante los próximos años.

Podríamos enumerar todas las razones por las que creemos que Nueva Zelanda es el lugar ideal para que usted abra un negocio, pero me temo que nos quedaríamos sin espacio para escribir sobre todo lo que ofrece esta maravillosa jurisdicción.

Esperamos que estas cinco razones le hayan proporcionado un sólido marco de referencia que le permita comprender la magnitud del potencial de crecimiento que Nueva Zelanda tiene para los inversores internacionales.

Veamos ahora dónde están las mejores oportunidades de inversión en tierras maoríes.

Oportunidades de inversión en Nueva Zelanda

El primer paso para abrir una empresa en Nueva Zelanda es tener una idea de negocio viable. Afortunadamente, esta jurisdicción facilita la conversión de sus ideas en realidad gracias al impresionante número de oportunidades en diversos sectores de la economía.

Hay dos dinámicas especialmente presentes en la economía neozelandesa que dan lugar a oportunidades de negocio para los empresarios locales y extranjeros. Por un lado, los sectores económicos tradicionales están viviendo un momento de expansión y consolidación que no habíamos visto antes. Por otro lado, la innovación, las startups y las nuevas tecnologías están satisfaciendo demandas y abriendo nichos de mercado que antes no conocíamos.

Estas dos dinámicas producen un entorno empresarial muy atractivo para los inversores de todo tipo y de varios países del mundo.

Dicho esto, cabe mencionar algunos sectores en los que es bastante evidente que los inversores lo están haciendo bien, estos son: 

- La apicultura

- Elaboración de vinos

- Procesamiento de madera

- Centros de tutoría y atención a infantes

- Tecnología médica

- IT

- Servicios financieros


Estos son sólo algunos de los sectores en los que se puede invertir con confianza en suelo maorí, pero como dice el refrán "con la marea alta, todos los barcos flotan". En Nueva Zelanda toda la economía florece al mismo tiempo.

Aprovechar esta oportunidad no es difícil, estas son las opciones que tiene para iniciar un negocio en Nueva Zelanda.

Estructuras empresariales en Nueva Zelanda

Después de tener una idea de negocio que pueda llevar a cabo en Nueva Zelanda, lo que sigue es tener claro el tipo de negocio que puede iniciar en este país. Afortunadamente, las leyes neozelandesas ofrecen varias estructuras legales que puedes aprovechar para gestionar tu negocio de la mejor manera:

Empresario independiente: puede registrarse como empresario individual en Nueva Zelanda sin necesidad de abrir una empresa. Esta opción es perfecta para nómadas digitales y consultores independientes que prefieren la movilidad y la autonomía.

Asociaciones: Las asociaciones requieren que dos o más partes se unan para iniciar un negocio juntos. Las partes pueden ser individuos u organizaciones. Lo más destacable de este tipo de estructura son dos cosas: 1) la responsabilidad de la sociedad se reparte entre los socios y, 2) no está sujeta al impuesto sobre la renta de las sociedades porque cuando se distribuyen los beneficios entre los socios, son ellos los que pagan los impuestos personales.

Sociedades: aquí entran las figuras que comúnmente conocemos como sociedad de responsabilidad limitada. Ciertamente, este es el vehículo legal preferido por los inversores internacionales que llegan a Nueva Zelanda debido a sus características en cuanto a la separación de la responsabilidad del empresario. 

Sociedad fiduciaria: para los inversores que quieran aventurarse en aguas más profundas, Nueva Zelanda ofrece un entorno perfecto para registrar sociedades fiduciarias y utilizarlas de diversas maneras, como un fideicomiso comercial.

Empresas filiales: las empresas extranjeras pueden establecer su presencia en Nueva Zelanda a través de una sucursal o una empresa filial. Esto les permite aprovechar no solo el auge económico de Nueva Zelanda, sino también su ubicación privilegiada para expandirse en el mercado asiático con facilidad.

Ahora que sabe qué tipos de empresas hay en el menú corporativo de Nueva Zelanda, merece la pena ver cómo es el proceso general para abrir una empresa en este país.

Proceso de registro de empresas en Nueva Zelanda

Aquí es donde se pone a prueba el título de Nueva Zelanda como uno de los países más fáciles para iniciar un negocio. 

El proceso de constitución de empresas neozelandesas es bastante sencillo. Consta de sólo cuatro pasos que son pan comido para cualquier inversor con el asesoramiento adecuado. Veamos:

1. Registrar un nombre para su empresa: esto no supone mucho trabajo, pero su equipo de abogados debe asegurarse de que el nombre que elija esté disponible en el registro de empresas de Nueva Zelanda. Para registrar el nombre de su empresa tendrá que reservarlo hasta que se complete el proceso de constitución de la empresa. Tendrá hasta 20 días laborables para completar el proceso una vez que haya reservado el nombre.

2. Obtener un número de empresa neozelandés: el siguiente punto de nuestra lista para constituir una empresa es obtener un número de empresa neozelandés (NZBN), que le servirá para identificar su empresa y agilizar cualquier trámite posterior que tenga que hacer.

3. Presentar los documentos para constituir la empresa: en este paso tendrás que rellenar el formulario de solicitud de registro del tipo de empresa que prefiera y complementarlo con los documentos solicitados. Es recomendable que cuente con la ayuda de un abogado, pero en general el proceso es bastante sencillo y se puede hacer por internet.

4. Obtener el registro fiscal y la licencia GST: lo último que necesitará es obtener su número de identificación fiscal y la licencia GST. Estos documentos son necesarios para ejercer una actividad económica que produzca más de 60.000 dólares neozelandeses al año y deben solicitarse en el Departamento de Hacienda.

Después de estos cuatro pasos, sólo necesitará una cuenta bancaria comercial y estará listo para empezar a operar. Y como hemos dicho antes, si cuenta con la ayuda adecuada, su negocio puede estar en marcha en un día.